GASTRONOMÍA EN "EL QUIJOTE"


Ya bien entrado el siglo XVI, en pleno Siglo de Oro, no es poco conocido que abundaba la pobreza. Y es que, son numerosas las referencias que se hacían en las obras literarias sobre los hábitos alimenticios de esta época: El Lazarillo de Tormes, Don Quijote de la Mancha...

En éste último sobre todo, se describe perfectamente lo que se comía en el Barroco:

"Una olla de algo más vaca que carnero,-(y vaca vieja y dura, que no era la ternera de ahora)- salpicón las noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, -("veganas", como buen cristiano cumpliendo la cuaresma)- algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda (no tenía ni un duro, o ni un maravedí)"

Los muy sonados Duelos y Quebrantos, a pesar de no estar muy claro cuáles eran los componentes de este plato, no cabe duda de que eran calóricos, un plato que permitía cubrir las exigencias de las duras jornadas en el campo. Huevos con torreznos y sesos, un plato comodín con lo que sobrara en la casa...
Su curioso nombre tiene también diversos trasfondos: que si hace referencia a cuando un pastor perdía una oveja; o como burla antisemita hacia los judíos conversos y el comer cerdo...

Pobres o ricos, no había casa en la que no faltara una olla. Con más o menos ingredientes, imaginamos el olor que te envolvería al abrir la puerta de la casa de Cervantes, aquél proveniente de la olla, colgada todo el día para que se hiciera este "macrococido".

¡No te pierdas la recreación de la Olla Podrida de los alumnos de la Escuela de Hostelería de Toledo!! (min 28)



Y si quieres sumergirte aún más en esta época, te recomiendo que visites la casa en la que vivió, y escribió, Miguel de Cervantes. En busca del privilegio real para la publicación de su libro, Cervantes se trasaladó, siguiendo a la Corte, a Valladolid entre 1604 y 1606...:


(Y si has llegado hasta aquí, no te pierdas, próximamente, el recetario de Don Quijote y Sancho Panza en nuestra sección "RECETAS".)



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